- La amistad es un tesoro, un bien en sí misma. El amigo quiere que sus amigos disfruten con él de juego divino del Amor a Dios.
- Desde los Apóstoles y los primeros cristianos hasta la actualidad, la amistad ha sido el medio por el cual millones de personas se han encontrado con Cristo.
- El apóstol procura ayudar a sus amigos,—sean cristianos o no— para que se decidan a vivir su fe con plenitud o a buscarla con sincero corazón, dentro de un respeto exquisito a su libertad.
Este trato de amistad requiere:
— disponibilidad, dedicación generosa de tiempo: sin tiempo no hay amistad.
— afecto y cariño, que se traducen en delicadeza, paciencia y comprensión.
- Este afan apostólico no debe llevar a instrumentalizar la amistad, que no debe ser considerada como un medio, ni un instrumento para conseguir un fin, por bueno que éste sea.
—conocimiento de sus problemas, para ayudarles a vencer obstáculos.
-
- Se instrumentaliza la amistad cuando se la utiliza para alcanzar metas profesionales, sociales, y también, evangelizadoras.
En este último caso no interesa la persona por sí misma, con toda su dignidad de hijo de Dios, sino el fin para el que sirve: “tengo un amigo para conseguir mi objetivo” .
- Se instrumentaliza la amistad cuando se la utiliza para alcanzar metas profesionales, sociales, y también, evangelizadoras.